En otros tiempos, los primeros hombres salieron de las aguas del Lago Titicaca. Mucho después, mi abuelo fue encerrado en un corral de burros por querer aprender a leer y escribir. Hoy, mi tío vive solo, porque sus hijos se fueron a la ciudad. Los niños aprenden español bajo la mirada de Pitágoras. Un retrato de Santiago de Okola, la comunidad Aymara de mi padre.